La Inteligencia Emocional como Pilar de la Ciberseguridad

“Los datos son el nuevo petróleo, y nuestra interacción con ellos es la clave para una seguridad sólida.” — Paloma Llaneza, autora de Datanomics

En un mundo digital donde la velocidad y la tecnología a menudo dominan, el factor humano sigue siendo el eslabón más importante y, a menudo, el más vulnerable. Como bien señala la experta en derecho digital y ciberseguridad, Paloma Llaneza, en su libro Datanomics, los datos son el nuevo petróleo, y nuestra interacción con ellos es la clave para una seguridad sólida. Pero, ¿qué papel juega la inteligencia emocional en esta ecuación? En Código Calma, creemos que es fundamental para construir una ciberseguridad que realmente funcione.

La ciberseguridad no es solo un problema de hardware y software; es un desafío de personas. La inteligencia emocional (IE) nos ayuda a navegar por este paisaje con empatía y resiliencia. Aquí te explicamos cómo:

• Genera confianza y seguridad psicológica La IE ayuda a los líderes de seguridad a crear entornos donde los empleados se sienten seguros para admitir errores, como haber hecho clic en un enlace de phishing. Esta apertura es vital para identificar y solucionar problemas antes de que se conviertan en incidentes mayores. Como indica la profesional Sara García Bécares, la concienciación es un pilar, y esta solo florece en un ambiente de confianza.
• Mejora la comunicación La capacidad de leer el tono emocional de una audiencia permite adaptar los mensajes de seguridad. En lugar de usar un lenguaje técnico intimidante o tácticas basadas en el miedo, la comunicación se vuelve más humana y persuasiva. Se trata de conectar con las personas, no de imponerles reglas.
• Fomenta la empatía Entender la frustración de los usuarios ante medidas como la autenticación multifactor (MFA) o los cambios frecuentes de contraseña permite a los equipos de seguridad diseñar políticas que se integren mejor en los flujos de trabajo diarios. Se pasa de una mentalidad de “nosotros contra ellos” a una de colaboración.
• Desescala la resistencia Cuando los empleados se resisten a nuevas políticas, la inteligencia emocional ayuda a los profesionales a responder con calma y de manera constructiva, evitando conflictos de poder. Esta capacidad de regulación emocional es esencial para lograr la adopción de nuevas prácticas de seguridad.
• Impulsa el cambio de comportamiento La IE permite a los profesionales de la seguridad conectar los protocolos a los valores personales y organizacionales. Cuando las personas entienden el “porqué” detrás de una medida, es más probable que la adopten. El comportamiento seguro deja de ser una obligación y se convierte en algo relevante y con propósito.
• Fortalece la colaboración interdisciplinaria La ciberseguridad es un esfuerzo de equipo que involucra a IT, Recursos Humanos, Comunicación y la dirección. La inteligencia emocional es la herramienta que une a estos equipos, asegurando que todos trabajen con un tono y objetivo común.

En un mundo lleno de amenazas impulsadas por la IA, la inteligencia emocional emerge como nuestra mejor defensa. Nos recuerda que, aunque la tecnología avanza, la seguridad más efectiva comienza y termina con nosotros: las personas.